“Cinta Adhesiva Transparente”, una puesta en escena de Pasajeros de Caronte Teatro en la que dos actores y una actriz cuentan al espectador parte de sus vidas
Crítica
Ese trabajo es interesante si se cuenta además con un texto como el de Tennessee Williams. Amén de ello, el montaje puede crecer si se cuidan aún unos aspectos:
La consabida frase de que “no hay teatro” o “no hay suficiente oferta” carece de sentido cuando, no sólo se está atento a las carteleras y eventos anunciados a través de redes sociales; sino que -con un poco de interés- se averigua en volantes, posters, anuncios radiofónicos y trípticos de programas culturales que cuentan con presentaciones de teatro.
Hay que aplaudir el coraje para retomar una de las obras de Lorca puesto que entrañan una enorme dificultad e incomprensión. Bodas de Sangre ha sido una de esas que huye de las definiciones;
En el teatro hay que ser contundentes y NAVEGANDO EN EL HONEY BUNNY es una obra que entra en dicha definición. Con la dramaturgia y actuación de Joshua Sánchez, la dirección de Abdiel Degollado
Bajo su dirección Reyna consigue, en un texto dramático que desafía por la abundancia de elementos narrativos, dar cuerpo y carácter a cada personaje ahí mencionado.
La apuesta por el trabajo actoral justifica la unificación de vestuarios que hace pensar en la homogenización de jerarquías entre actores y personajes,
El trazo escénico es preciso y crea diferentes imágenes, algunas acertadas como la escena del baño y la de la prueba de embarazo que maneja un humor muy espontáneo; sin embargo, la energía inicial con la que empieza el montaje se va perdiendo a medida que pasa el tiempo y ciertas escenas no terminan de aclararse,
Este trabajo con el texto se ha aprovechado de sobremanera por la dirección, ofreciéndonos imágenes muy pulcras y momentos solemnes que crean en su conjunto cuadros muy estéticos y sobrios.
Si bien existen algunos atropellos en la modificación de los espacios que se sugieren a través del uso de maletas, los actores logran asumir distintas atmósferas, crear imágenes y organicidad, mismas que se ven empobrecidas no por la actuación, sino por la estreches del espacio que no permite a los actores un juego energético mayor ni una proyección de imágenes mucho más sostenida; esto además es una lástima pues el montaje bien podría presentarse en un espacio más amplio que pueda desarrollar las posibilidades actorales y al mismo tiempo las posibilidades de convivio.