El Museo Industrial de Metepec revive su historia con teatro en un recorrido nocturno inolvidable.
La memoria obrera de Atlixco vuelve a latir entre los muros centenarios del Museo Industrial de Metepec – BUAP, gracias al estreno de “LOS DÍAS ERAN NUESTROS. Crónicas de una era obrera”, un monólogo teatral escrito y actuado por Marcelo Bojiganga.
dramaturgo/dramaturga
Entre las décadas del 60 y 70 del siglo XX, Augusto Boal —dramaturgo, director y teórico brasileño— encontró en las ideas de Paulo Freire (autor de Pedagogía del oprimido) un faro para replantear la escena y la educación. Si Freire denunciaba la “educación bancaria”, en la que el maestro “deposita” saber sobre estudiantes pasivos, Boal propuso lo contrario: un teatro donde el espectador se convierte en espect-actor, capaz de intervenir en la escena y, con ello, en la realidad.
En los años sesenta, la contracultura transformó el arte en un acto de disidencia. Surgió el performance: efímero, crítico y corporal, ajeno a la ficción y cargado de potencia simbólica. En México, sus raíces se remontan al estridentismo de los años veinte y resurgen con fuerza en acciones como las de Jodorowsky o Cuevas, donde el arte se convirtió en protesta, intervención y presencia viva en el espacio público.
En el corazón de la industria cinematográfica mexicana late una época dorada que ha dejado una huella imborrable en la historia del séptimo arte. El cine de oro mexicano, con su esplendor y sus iconos legendarios, sigue fascinando a las generaciones actuales con su mezcla única de pasión, drama y folklore. Entre las estrellas que iluminaron las pantallas de aquellos años, destaca una figura singular, María Félix, cuya presencia magnética y talento indiscutible la
convirtieron en un ícono de la era dorada. Su legado perdura no solo en la memoria del cine mexicano, sino también en la imaginación colectiva, donde su nombre evoca una era de esplendor y creatividad sin igual.
En una charla exclusiva con Puerta Escénica, Alex Galindo, multifacético artista del teatro, revela los entresijos detrás de su nueva propuesta escénica, “Te Amo Fausto Tercero”. Galindo, quien no solo actúa en la obra sino que también la dirige y produce, comparte su pasión y dedicación por el arte teatral. Además, nos brinda una mirada única sobre el proceso creativo y los desafíos que enfrenta en esta apasionante aventura teatral.
En el vibrante escenario de la industria musical, teatral o cinematográfica, donde la creatividad se encuentra con los negocios, los contratos son la partitura que guía la armonía de las relaciones entre artistas independientes y diversas partes interesadas. Estos acuerdos legales no solo definen las notas de la colaboración artística, sino que también establecen un terreno firme para proteger los derechos y garantizar acuerdos claros en el competitivo mundo artístico.
En el vasto océano digital, donde las creaciones artísticas navegan sin restricciones, los derechos de autor son el ancla de la integridad del trabajo creativo. Estas normas legales son el faro que guía a los artistas independientes a través de las aguas turbulentas de la era digital, brindándoles protección y control sobre sus obras originales.
En la actual era digital, la comprensión profunda de los derechos de autor se convierte en un pilar esencial para salvaguardar la propiedad intelectual en el vasto mundo online y para cultivar un entorno justo y equitativo.
Con una sólida formación académica, Arcelia Tinoco, estudió la licenciatura en Literatura Dramática y Teatro de la UNAM con especialidad en actuación y maestría en Teatro y Artes Escénicas, resalta la importancia del entrenamiento psicofísico como base esencial para el actor. Su experiencia teatral, un viaje de autoconocimiento, ha sido guiada por la dinámica psicofísica del maestro Núñez, permitiéndole reconectar con su esencia instintiva, liberándola de las restricciones sociales.
Conocer tus derechos de autor es esencial para los creadores. Ofrece reconocimiento, control sobre tu obra, beneficios financieros, estímulo a la creatividad, prevención de plagio y un legado duradero.