CARTELERA
Puerta Escénica platicó con Atzin Ortiz González, un cineasta mexicano con una trayectoria interesante en el cine documental. Nacido en la Ciudad de México y criado en Puebla, Atzin encontró su pasión por el cine desde muy joven. Después de estudiar Dirección Cinematográfica en la Universidad del Cine (FUC) en Buenos Aires, Argentina, ha dedicado su vida a explorar y contar historias a través del cine. Con una carrera que abarca más de una década y una notable inclinación hacia el cine documental, Atzin comparte sus experiencias, desafíos y consejos para las nuevas generaciones de cineastas.
Desde pequeño, Atzin fue un cinéfilo empedernido, devorando películas de terror y cine estadounidense. Su amor por el cine lo llevó a Buenos Aires, donde estudió cine y empezó a crear cortometrajes de manera profesional. “Siempre tuve claro que quería hacer cine”, comenta Atzin, recordando sus primeros cortos caseros donde su familia actuaba. En la Universidad del Cine, no solo adquirió conocimientos teóricos y prácticos, sino que también descubrió el cine que realmente quería hacer.
Atzin incursionó en el cine documental de manera circunstancial, influenciado por sus estudios universitarios. Atraído por las posibilidades narrativas y la aparente inmediatez del género, comenzó a filmar proyectos documentales, incluyendo la construcción de una biblioteca infantil en Huatulco. Aunque no logró concluir ese proyecto, le ayudó a reconocer su inclinación por lo observacional. “
El cine documental es un pase directo a una multiplicidad de realidades y estas narrativas pueden ayudarnos a comprenderlas.
Atzin Ortiz González
Para Atzin, el cine es una expresión artística que le permite plasmar su pensamiento y sus inquietudes sobre el mundo. En particular, el cine documental le ofrece una responsabilidad ética y moral de reflexionar sobre la realidad. Sus propuestas narrativas y estéticas varían con cada proyecto, siempre buscando abrir una conversación con el espectador y provocar reflexión. Actualmente, está desarrollando su segunda película “Persona Escénica”, que promete ser muy diferente de su primer largometraje, “Entre Tierras”.
Los desafíos para abrirse camino en el mundo cinematográfico han sido numerosos para Atzin. Destaca las dificultades económicas y de exhibición como las más significativas. Sin embargo, la tecnología ha hecho el proceso de rodaje más accesible, permitiendo a más realizadores crear películas. Atzin enfatiza la importancia de encontrar apoyo para la postproducción, un desafío que logró superar con “Entre Tierras”, seleccionado en varios festivales.
“El quehacer cinematográfico es una constante lucha titánica”
Atzin Ortiz González
Para quienes desean dedicarse al cine documental, Atzin aconseja prepararse para un proceso maravilloso pero complejo. “Que tengan mucha paciencia”, sugiere, recordando que realizar un documental puede tomar varios años. Además, insta a los nuevos cineastas a no limitarse, pero sí a estructurarse. “Siempre tengan en claro qué quieren contar, cómo lo quieren contar y por qué lo quieren contar”, dice, subrayando la importancia de la claridad en la narrativa cinematográfica.
Finalmente, Atzin reafirma que el cine documental, aunque no siempre busca ser social, ofrece una plataforma para explorar diversas realidades y abrir conversaciones importantes. Su carrera y sus experiencias reflejan un profundo compromiso con la reflexión y la narración a través del cine.