CARTELERA
La comedia mexicana sigue evolucionando, y Una pequeña confusión es un ejemplo reciente de cómo el género puede tomar temas actuales y transformarlos en una experiencia ligera y entretenida. Dirigida por el argentino Ariel Winograd y producida por Jorge Aragón, Juanpa Zurita y Ana de la Reguera, la película no solo explora las dinámicas culturales de México, sino que también rinde homenaje a íconos clásicos del entretenimiento nacional.
La historia gira en torno a dos parejas con estilos de vida opuestos: Lola y Cuau (Ana de la Reguera y Cristo Fernández), una pareja progresista de clase media, e Iñigo y Majo (Juanpa Zurita y Vico Escorcia), un dúo conservador. Todo parece marchar bien en su búsqueda por ser padres a través de la inseminación artificial hasta que una “pequeña confusión” cambia radicalmente sus vidas: las muestras de esperma se intercambian accidentalmente.
El guionista Marcos Bucay transforma lo que podría ser un drama complejo (como lo hizo Hirokazu Koreeda en Rumbos paralelos) en una comedia blanca, accesible para las familias mexicanas. La trama se sostiene sobre un tono ligero que evita caer en conflictos densos, apostando por el humor y las emociones genuinas para abordar un error monumental.
El humor como homenaje cultural
Una de las sorpresas más gratas de la película es su conexión con referentes clásicos como El Chanfle. Según comentó el coproductor Jorge Aragón en conversación con Puerta Escénica:
“El director, siendo argentino, tiene un gran cariño por Chespirito. Además, queríamos rendir homenaje a Televicine, ya que El Chanfle fue la primera película que realizaron. En Una pequeña confusión incluimos algunos “huevos de pascua” a Chespirito e invitamos al público a identificarlos. También hay un pequeño homenaje a La Rosa de Guadalupe, porque aunque muchos se burlen, estos programas tienen un impacto social importante, especialmente en el extranjero.”
Estos elementos nostálgicos no solo apelan al público nacional, sino que también enriquecen la experiencia para quienes conocen la historia del cine y la televisión mexicanos. Es un claro ejemplo de cómo la comedia ligera puede incorporar un diálogo cultural sin perder su propósito principal: entretener.
La música como motor emocional
Otro aspecto destacado es el uso de la música. Una pequeña confusión no solo incorpora temas icónicos musicales como Ni tú ni nadie de Alaska en su versión orquestada, sino que también recurre a canciones que refuerzan la narrativa y las emociones de los personajes. Desde clásicos como What A Wonderful World de Louis Armstrong y Don’t Leave Me This Way, hasta éxitos contemporáneos como Creo en ti de Reik y Me voy de Julieta Venegas, así mismo mencionar a una banda emergente Belafonte Sensacional con su tema No llores cumbias. La banda sonora es una cuidadosa selección que envuelve al espectador en las emociones de cada escena.
“La música es fundamental en mis películas”, señaló Aragón, quien ya ha trabajado en producciones como Este Ladies’ Light y El Roomie. “Tratamos de jugar con la música para que conecte más profundamente con el público y con la historia.”
Jorge Aragón
Enfoque que demuestra que la música no solo acompaña, sino que se convierte en un personaje más dentro de la narrativa, evocando nostalgia, ternura o hilaridad según lo requiera la escena.
El reparto principal cumple con creces en sus roles, pero es de mencionar la inclusión de talentos emergentes, un gusto que tiene Jorge en sus películas, enriqueciendo el panorama cinematográfico mexicano, aportando frescura y diversidad a las producciones.
“En mis películas trato de incluir nuevos talentos. Por ejemplo, el actor que interpreta al laboratorista, Omar Adair, ha participado en producciones como Oríllese a la orilla y Contra las cuerdas. También contamos con Lucía Uribe, quien ha brillado en películas como Solteras y series como Desenfrenadas.”
Jorge Aragón
Una pequeña confusión es una comedia ligera que se nutre de referencias culturales, una banda sonora cuidadosamente elegida y un elenco comprometido con su interpretación. Sin pretender ser más de lo que es, la película logra su objetivo: entretener a través de un humor accesible y personajes entrañables.
Esta producción de Videocine reafirma que la comedia mexicana tiene espacio para crecer, explorando temas cotidianos con una mirada humorística y respetuosa. Una pequeña confusión es una invitación a relajarse, reír y recordar que incluso los errores más grandes pueden tener un toque de humor y humanidad.
Esta producción la podrán disfrutar en la semana de Navidad en todos los cines de la república mexicana, los invitamos a checar la cartelera de sus estados.
Agradecemos a Jorge Aragón por compartir con Puerta Escénica sus experiencias y perspectivas sobre la producción de Una pequeña confusión. Su pasión por el cine, su atención a los detalles musicales y su compromiso con la inclusión de nuevos talentos en la industria son de reconocerle.