CARTELERA
VACAS, UNA ES ESPECIAL Y OTRA MALA LECHE
El lunes 11 de abril hubo una función especial de la obra “Vacas, una especial y otra mala leche” en el Teatro de la Ciudad; original de Adriana Pelusi de Icaza y con la dirección de Rubén Reyna, la obra fue vista por más de 500 alumnos de una preparatoria de la BUAP.
La obra habla acerca de los vínculos familiares entre hermanas gemelas -totalmente opuestas, desde la opinión de su abuela-, así como los estigmas acerca de la virginidad y la libertad sexual. La sinopsis dicta lo siguiente: La abuela decía “No sean de las vacas que regalan la leche”, así que Carmen es virgen a sus treinta años. Lourdes se acuesta con los novios de Carmen para protegerla, ella está embarazada. A Carmen le gusta José, a José le gusta Lourdes y Lourdes es la hermana de Carmen. Y si Lourdes se acostara con José, ¿podría Carmen perdonarla? ¿Es el lazo familiar razón suficiente para perdonar a nuestros hermanos?
La compañía Alianza Escénica, recientemente creada e integrada por miembros provenientes del Colegio de Arte Dramático de la BUAP, decidió estrenarse en Diciembre pasado en el Teatro del Complejo Cultural Universitario con esta comedia que a ratos consigue sacar risas, suspiros y una que otra nostalgia, como espectador es inevitable no acordarse de la relación existente entre hermanos y hermanas. Sin embargo, el tema no toca a todo el público por igual: la dirección de Reyna vuelve predominante el estereotipar a las hermanas durante toda la obra sin otorgar casi ninguna ocasión para que las actrices Nallely Macedo, Raquel Díaz y el actor Jesús Rojas desarrollen mejor sus personajes y ahonden en el contexto que los rodea, sacándole mejor partido a la dramaturgia por lo que la puesta en escena se torna predecible y los personajes, cliché.
Caso aparte es la actuación de Raquel Díaz que no cae totalmente en la obviedad, logra varios matices y aporta mucha naturalidad al personaje de Lourdes, incluso regala al espectador momentos conmovedores en la parte final de la obra.
El dispositivo escénico consta de una escenografía minimalista ideada por Miguel González, en tonos morados y blancos que hacen un buen contraste con el vestuario en tonos pasteles y verdes enérgicos, que apoyan en buena medida a dar carácter a los personajes y a la obra en general. Este dispositivo delimita el espacio de la ficción que se ve interrumpido al realizar entradas y salidas a los lados, además de muchos trazos al frente. Aunado a esto, la iluminación no da volumen a la puesta en escena y ensucia el escenario creando sombra.
En general, “Vacas, una especial y otra mala leche” se apoya en la estética de la producción de gran formato y deja de lado no la historia -que es pertinente y funciona-, sino a los que la cuentan.
Por Karla Ibarra