CARTELERA
Tomar un lápiz y un papel, en la época en la que la computadora era un extraño invento muy lejano de la realidad, significaba realizar un viaje a través de páginas, historias y personajes que salían del corazón, listos para dominar un universo real y misterioso.
Al menos eso fue lo que sentía el dramaturgo mexicano Humberto Robles, quien durante una entrevista con Puerta Escénica aseguró que los relatos siempre han estado en su vida. Su abuelo fue un reconocido dramaturgo que lo involucró en el mundo del arte a muy temprana edad, por lo que podría decirse que creció rodeado en el ambiente.
Incluso, según relata el dramaturgo, su padre lo llevaba a ver las funciones de obras de teatro, al sentirse tan identificado se dormía pensando que esto quería hacer por toda su vida, y aunque existieron dos carreras que pudieron haber cambiado el destino de su profesión, el ámbito artístico fue más fuerte.
Si los fieles trazos creados con letras hubieran dejado a Humberto, el dramaturgo se pudo haber involucrado en el Periodismo y la Historia, gracias a que siempre se ha identificado con ambas profesiones por los secretos que se encuentran detrás; de hecho, el artista aseguró que ha combinado estas carreras en obras teatrales, investigaciones y artículos que diseña para hablar de cultura y sobre los derechos humanos.
Pero, ¿cómo logra un escritor proyectar un sentimiento en un espacio vacío de emociones únicas, en un universo en donde lo popular domina sobre lo original? Humberto tiene no solo la respuesta, posee la clave que lo ha posicionado entre los mejores dramaturgos de México: la honestidad.
Humberto Robles explica que un escritor puede complacer a un determinado público con temas que vayan acorde al momento o al trabajo, pero cuando quieres expresarte con sentimientos, ignorando si será rentable tu texto, lo que necesitas es ‘dejar de satisfacer a las personas para que sientas el placer’ de la fluidez narrativa.
Así lo comentó el dramaturgo:
“Entre más honesto y sincero seas contigo, entre menos quieras complacer a alguien, sin sentir que eres el centro del universo, se notará en la escritura y tu historia logrará trascender. Uno escribe finalmente por rebeldía y por necesidad”.
Sin embargo, no todos los artistas tienen el don de la escritura. Existen personas que sostienen tener lo que en el medio se le conoce como bloqueo creativo, una etapa en donde, supuestamente, no logras trazar ninguna historia.
Por lo anterior, Humberto Robles aseguró que esta situación no existe entre los escritores, o al menos nunca ha pasado por este proceso mental. El dramaturgo menciona que la realidad es el elemento fundamental para contar una historia y si no tienes nada que presentar es porque no estás formando parte de tu entorno.
En palabras del artista:
“Si estás tan bloqueado es porque estás medio muerto o porque estás en una crisis medio fuerte. Debe ser una llamada de atención para que te des cuenta de que no estás pisando la realidad. Tener contacto con esta parte te ayuda a nutrirte de cosas buenas, malas, injustas, todo eso es un motor para que te sientes a escribir algo”.
Gracias a la universalidad de los relatos de Humberto, varios países extranjeros han solicitado las historias del dramaturgo mexicano aun y cuando estas estén creadas con el espíritu del país que lo vio nacer. Lo único que se necesita es cambiar las palabras para vayan acorde con la nación que las requiere, pero al final la esencia de las obras conserva el estilo mexicano.
Entre estas obras, las más solicitadas del dramaturgo, se encuentran Frida Kahlo: Viva la vida y Mujeres de Arena; ambas representan etapas históricas e importantes de México, y aunque podría parecer que serían totalmente locales por los elementos, son las más queridas en el extranjero.
Sin duda, Humberto Robles continuará esparciendo escritos en distintas partes del mundo. Por el momento, el dramaturgo se encuentra trabajando en Televisa realizando diferentes guiones, pero tiene algunos relatos guardados que serán revelados muy pronto.